La compañía aragonesa avanza hacia la descarbonización total de su actividad con la entrada en funcionamiento de una planta fotovoltaica en su complejo de economía circular de Pedrola

En el último año ha invertido más de 8 millones de euros en nueva maquinaria de producción y en la automatización de la logística interna

SPHERE España, compañía líder en el mercado de bolsas biodegradables y compostables, ha conseguido reducir su huella de carbono un 91,51% en el trienio 2020-2022 frente al periodo 2019-2021, mientras que en el ejercicio anterior registró un descenso del 56,87% en el trienio 2019-2021 respecto al 2018-2020. La comparación de estos datos pone de manifiesto que los esfuerzos de SPHERE España para cumplir con su compromiso con el medio ambiente ya está dando sus frutos. Además, para futuros ejercicios, la reducción aún será mayor porque, desde el pasado 6 de septiembre, ya está en marcha su planta fotovoltaica en el complejo de economía circular de Pedrola, en la que ha invertido más de dos millones de euros. Con una potencia de 2.075 kWp contratada con Endesa, ocupa unos 28.000 metros cuadrados de terreno propio propio y que produce energía verde de conexión directa con un alcance de aproximadamente un 15% del consumo total de la fábrica, si bien el 100% de la energía empleada en su actividad procede de fuentes renovables.

Estos resultados suponen un paso de gigante en la hoja de ruta de la compañía para 2030, que tiene como objetivo la descarbonización total de su actividad en Pedrola. “Seguimos e intensificamos nuestra estrategia de descarbonización para continuar siendo un referente europeo de nuestro sector, incidiendo a la vez en los temas sociales, que creemos que son sumamente importantes para que una compañía se mantenga en el primer nivel de su sector de actividad”, destaca Alfonso Biel, presidente y consejero delegado de la compañía.

Su compromiso con la sostenibilidad y la economía circular también queda patente a través del Sello MORE, otorgado por la Asociación Española de Industriales de Plásticos (Anaip) y European Plastics Converters (EuPC) y que certifica la incorporación de material reciclado en sus productos.

Más medidas para reducir el impacto ambiental

Con 299 trabajadores y una previsión de facturación en torno a 100 millones de euros para el cierre del presente ejercicio, SPHERE España está involucrada con la circularidad y la reducción del impacto ambiental en todas las etapas de su cadena de suministro. Actualmente utiliza en sus procesos productivos un 50% de materiales reciclados posconsumo y en torno a un 25% de materiales biodegradables compostables. Como meta intermedia, se ha propuesto dejar de utilizar materiales de origen petroquímico antes del año 2030, siempre que haya suficiente disponibilidad en el mercado para fabricar sus productos.

Asimismo, teniendo en cuenta las diferentes normativas que se aplican a sus productos, se han implementado una serie de medidas: reducción de espesores sin pérdida de resistencias; aumento del porcentaje de material reciclado; productos reutilizables; diseños en función de la reciclabilidad; y elementos fácilmente separables y 100% reciclables. En Sphere España, apostamos por el ecodiseño incluyendo el fin de vida de nuestros productos. Además, indicamos la vía de desecho una vez que el producto ha sido utilizado o ha llegado al final de su ciclo de vida, favoreciendo así su reciclaje mediante la recogida selectiva o la valorización energética y la concienciación y formación de la ciudadanía.

Con más de 62 años de trayectoria en el mercado, SPHERE España ha invertido casi 8 millones de euros en el último año para mantener su complejo de economía circular de Pedrola a la vanguardia de la calidad, agilidad y la seguridad que exige un mercado tan exigente y competitivo como el actual. Las mejoras incluyen nueva maquinaria de fabricación de bolsas de basura de última generación y la automatización de la logística interna. En este sentido, se han automatizado todos los mecanismos para hacer más cómodos los procesos de carga de bobinas para la plantilla. La compañía ya tiene puesta la vista en el 2025, ya que a lo largo del próximo año sumará otros 1,4 millones de inversión en nueva maquinaria de fabricación de bolsas de basura automatizada dotada con la última tecnología.

Sobre SPHERE España

Líder en el mercado de bolsas biodegradables y compostables, y materiales reciclados post consumo SPHERE España, con sede en Pedrola (Zaragoza), diseña, fabrica y comercializa bolsas de basura, bolsas de salida de caja reutilizables con un 80% de material reciclado, papel aluminio doméstico e industrial, bolsas de congelación, películas industriales y para alimentos y bolsas de papel para los mercados de gran distribución, profesionales, hostelería y municipios. Los orígenes de SPHERE España se remontan a 1962, año de fundación de la empresa familiar aragonesa Manufacturas Biel, adquirida en 1999 por la compañía francesa SP Metal France, hoy SPHERE France.

SPHERE España forma parte del Grupo SPHERE, fundado en Francia en 1976. Con 15 plantas de producción en Europa -9 de ellas ubicadas en Francia-, 7 oficinas comerciales en todo el mundo, 1.577 empleados y 832 millones de euros de facturación en 2022, encabeza el mercado europeo del embalaje doméstico y producción de materiales biodegradables y compostables. SPHERE España representa el 15% de la producción total del Grupo SPHERE.

SPHERE España es una empresa transformadora de plásticos totalmente enfocada al medioambiente, con dos objetivos principales, concebir los productos en función del uso y de su ciclo de vida y reducir la utilización de materias primas fósiles vírgenes. Sus líneas estratégicas son dos:

• Plásticos biodegradables y compostables (se desintegran y son asimilados por el medio natural sin dejar residuos).
• Plásticos con altos porcentajes de material reciclado post consumo (economía circular).

El plan estratégico de SPHERE España contempla la sustitución de materiales que provienen de plantas petroquímicas por materiales renovables y materiales reciclados en la totalidad de su proceso productivo a finales del 2025.