diciembre 18 2018 0comment
Jornada Radon mesa rehabilitación

La Mesa por la Rehabilitación en Aragón alerta sobre el peligro que comporta el gas radón para la salud y la necesidad de su adecuada medición y tratamiento en las edificaciones

El radón, un gas radiactivo de origen natural que se filtra a través del suelo y se concentra en viviendas, centros de trabajo y espacios poco ventilados, es la segunda causa de cáncer de pulmón tras el tabaco.

Los expertos piden que se considere este problema de salud pública en las normativas sobre edificación y apuestan por prevenir y realizar mediciones que contemplen no solo el nivel de radón, sino la exposición de las personas.

 

El radón es un gas radiactivo de origen natural que se produce por la descomposición del uranio. Invisible, inodoro e insípido, se filtra a través del suelo y se difunde en el aire. Aunque por lo general se encuentra en concentraciones muy bajas en el exterior, en lugares sin ventilación adecuada puede acumularse, como ocurre en casas o centros de trabajo, donde los niveles de radón están incrementados porque el gas penetra a través de cimientos, subsuelo, grietas y poros de los materiales, en cualquier estancia y especialmente en los pisos inferiores y sótanos más cercanos al suelo, siendo el factor que más influye en su concentración el sustrato geológico sobre el que se asienta la edificación. El problema es que el radón, que es la principal fuente de radiación natural, es un agente carcinógeno humano directamente relacionado con el cáncer de pulmón, como la ciencia ha demostrado ampliamente. De hecho, a pesar de que es la segunda causa de cáncer de pulmón tras el tabaco según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de que ocasiona tantas muertes como los accidentes de tráfico en el mundo, sus efectos son desconocidos para la mayor parte de la población.

Consciente de esta situación, la Mesa por la Rehabilitación de la Edificación en Aragón organizaba una jornada técnica sobre el gas radón en el Colegio Oficial de Graduados en Ingeniería de la rama industrial, Ingenieros Técnicos Industriales y Peritos Industriales de Aragón (COGITIAR) con el fin de conocer mejor a este enemigo invisible y cómo actuar para prevenir sus efectos en construcción y rehabilitación. La mesa que abrían la directora general de Vivienda y Rehabilitación del Gobierno de Aragón, Mayte Andreu y el presidente de la Mesa por la Rehabilitación de la Edificación en Aragón, Víctor Martos, acompañados por el decano del COGITIAR, Juan Ignacio Larraz, contaba con ponentes de primera fila. Entre ellos Borja Frutos, del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC), quien abordaba las causas y posibles soluciones del radón y sus repercusiones en los edificios, o el vicepresidente nacional de la Asociación de Especialistas en Prevención y Salud Laboral (AEPSAL), Javier Calvo, quien se centraba en la prevención del radón en los lugares de trabajo. La clausura corría a cargo del director del Instituto Aragonés de Seguridad y Salud Laboral (ISSLA), Antonio Barrachina.

Aunque el radón está presente en todo el mundo, hay zonas dónde su presencia es mayor. En España, las mayores concentraciones se dan en el norte (Galicia) y las áreas lindantes con Portugal (Extremadura y norte de Andalucía), tal y como muestra el mapa del potencial de radón elaborado por el Consejo de Seguridad Nuclear, que identifica las zonas en las que un porcentaje significativo de los edificios residenciales presenta concentraciones destacables del gas. En nuestra comunidad autónoma, se estima que 250.000 personas que residen en localidades de más de 1.000 habitantes se encuentran en el nivel 1 de radón (riesgo potencial).

Pero, ¿qué cabe hacer contra el radón? En primer lugar, como señalan los expertos, medirlo bien, con mediciones a cargo de profesionales técnicamente cualificados que contemplen no solo los niveles del gas, sino también los de exposición al mismo, especialmente en lugares de larga estancia como hospitales, colegios y centros de trabajo. Un ejemplo: en un garaje subterráneo puede haber una concentración notable de radón, pero si solo permanecemos en él el escaso tiempo de coger o dejar nuestro vehículo, el riesgo no es significativo. Si una persona trabaja 8 horas en este entorno, sí puede verse directamente afectada por el radón en su salud. En segundo lugar y en casos de concentraciones importantes de radón, se instalan barreras de estanqueidad (láminas, etc.) que minimizan las emisiones y, cuando es necesario, sistemas de evacuación del gas y despresurización. En general se recomienda ventilar bien las estancias y cerrar las puertas a sótanos, además de sellar grietas en paredes y suelos. Cuando sea necesario, se instalarán sistemas de succión del radón y ventilaciones forzadas.

Sobre la Mesa por la Rehabilitación de la Edificación en Aragón

La Mesa por la Rehabilitación de la Edificación en Aragón agrupa a 19 colegios profesionales, asociaciones empresariales, entidades financieras y de iniciativa social. Es una asociación sin ánimo de lucro que pretende apostar por la rehabilitación de edificios proponiendo soluciones que la hagan interesante y accesible desde el punto de vista económico a quienes habitan en ellos, buscando incluso las vías de financiación mejores para los vecinos. También persigue promover la simplificación de los trámites administrativos que conllevan estos procesos y aprovechar el potencial de creación de mano de obra y actividad económica existente en este campo que presenta muchas oportunidades en una comunidad autónoma como la de Aragón, que cuenta con más de 450.000 viviendas anteriores a 1980 –fecha de la primera normativa de eficiencia energética- y susceptibles de recibir importantes mejoras en materia de energía, medio ambiente y accesibilidad.