El cambio de las frecuencias e intensidades de los fenómenos atmosféricos extremos como las lluvias torrenciales será uno de los temas que abordarán en el Congreso Internacional sobre Cambios Climáticos y Ambientales – PAGES 2017.
¿Se producen más inundaciones ahora que hace siglos? ¿Han cambiado las frecuencias e intensidades de los fenómenos extremos como las lluvias torrenciales? Estas son algunas de las claves que se abordarán durante el Congreso Internacional sobre Cambios Climáticos y Ambientales PAGES 2017, que se celebrará en Zaragoza del 9 al 13 de mayo.
La información sobre este tipo de fenómenos extremos se obtiene a partir de registros geológicos (sedimentos) que se acumulan cada vez que se produce una inundación o tormenta de gran magnitud. Son lo que se conoce como paleodatos y arrojan mucha información sobre cómo eran las avenidas que se producían en el pasado, desde hace miles de años hasta la actualidad.
Es una percepción generalizada que los fenómenos extremos como las inundaciones han aumentado tanto en intensidad como en frecuencia en los últimos años. Hace tan solo unas semanas murieron más de 300 personas en Colombia por la crecida de tres ríos, y dos meses antes más de 200.000 personas tuvieron que ser evacuadas de diversas localidades del norte de California por los daños que se detectaron en la presa de Oroville, ante las excepcionales precipitaciones que se registraron en esa zona. La falta de registros anteriores al siglo XX no permite conocer con precisión los periodos de recurrencia de estos eventos de cara a mitigar los efectos devastadores de las inundaciones extremas.
El estudio de las inundaciones del pasado a partir de registros en sedimentos y documentos históricos permite extraer información de los desastres naturales extremos y anticipar sus efectos. Estos datos demuestran que en épocas cálidas de la Edad Media, por ejemplo, las tormentas intensas, con registros superiores a 80 mm/día, duplicaron su frecuencia en España. Los paleodatos indican que un clima más cálido hace que aumenten este tipo de fenómenos. Por este motivo en la actualidad, debido al calentamiento global, las lluvias intensas aumentan su frecuencia y magnitud.
El estudio de cómo el clima ha afectado a la dimensión y frecuencia de los eventos extremos en el pasado, proporciona una información muy valiosa para poder afrontar los riesgos en el contexto del cambio climático futuro. Gerardo Benito, profesor de investigación del Museo de Ciencias Naturales del CSIC, y que estudia este tipo de registros geológicos, señala al cambio climático “como la mayor amenaza a la que se enfrenta nuestro planeta. El impacto de la actividad humana sobre la Tierra está produciendo cambios irreversibles en el clima y en el medioambiente. Toda la información que tenemos sobre las inundaciones que se han producido en el pasado debería constituir una lección en la planificación y prevención de catástrofes futuras”.
El Congreso Internacional sobre Cambios Climáticos y Ambientales, PAGES 2017, dedicará una sesión al estudio de inundaciones y tormentas en el pasado, y a su relación con el clima y la acción del hombre.
PAGES 2017
El Congreso Internacional sobre Cambios Climáticos y Ambientales, PAGES 2017, es el principal foro sobre paleoclima que tendrá lugar el próximo mes de mayo en Zaragoza y que reunirá a más de 800 científicos bajo el lema “Global challenges for our common future: a paleoscience perspective” (Retos globales de nuestro futuro común: una perspectiva paleocientífica).
En el Congreso, que tendrá lugar del 9 al 13 de mayo, se presentarán alrededor de 1.000 comunicaciones -entre charlas y trabajos expuestos en forma de pósteres- de 51 países y habrá sesiones plenarias a cargo de prestigiosos ponentes del ámbito científico nacional e internacional, en las que se abordarán algunas de las cuestiones clave del futuro del clima en la Tierra.
Organizado por el Instituto Pirenaico de Ecología, centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el objetivo de esta cita es aportar información, datos y estrategias sostenibles a las administraciones públicas, gestores políticos, científicos y sociales para que actúen en consecuencia y tomen medidas que ayuden a frenar estos cambios en nuestro planeta.