A partir de ahora, estos centros de educación cuentan con unos distintivos en sus puertas de acceso que acreditan que sus instalaciones cumplen con la normativa vigente y con las correspondientes inspecciones realizadas por parte de personal de la DGA. 

Exigen la regulación y el cumplimiento de los mismos requerimientos por parte de numerosos locales que infringen los requisitos que marca la ley pero que ofrecen servicios de cuidado y educación de niños bajo el nombre de jardines de infancia o ludotecas.

La Asociación Aragonesa de Centros de Educación Infantil, ASACEI, reivindica a los Centros de Educación Infantil autorizados por el Gobierno de Aragón como los únicos que cumplen con la normativa técnica en materia de seguridad para desarrollar una adecuada labor asistencial, social y educativa en los niños desde cero a tres años.

Es por este motivo que a partir de ahora estos centros cuentan con unas placas que acreditan sus instalaciones como “centro autorizado por el Gobierno de Aragón” para que, en palabras de la vicepresidenta de ASACEI Alejandra Reguero, “las familias que tienen que llevar sus hijos a guarderías no caigan en el habitual error de creer que todos los centros son igualmente aptos para realizar tan importante labor educativa”.

Muchos son los centros que, bajo el nombre de jardines de infancia, ludotecas o directamente guarderías, ofrecen servicios de cuidado y educación de niños de cero a tres años sin ningún tipo de regulación específica al respecto. “Creemos que se vulnera el derecho a la protección de la infancia puesto que son centros que no cumplen con la normativa, carecen de inspecciones por parte de la administración y, por lo tanto, no se comprueba en qué estado se encuentran los niños”, asegura Reguero.

“Es necesario que la sociedad en general, en concreto los padres, sean conscientes de esta realidad y que sepan que somos los únicos centros que nos ajustamos a la totalidad de los estrictos requisitos materiales y de personal que garantizan el adecuado bienestar de los pequeños”.

Los centros de educación infantil deben cumplir la normativa que marca la ley, en concreto la orden de 25/08/2005 del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón que enumera una serie de medidas de seguridad, de titulación de personal, de materiales y exigentes requisitos técnicos en sus locales como, por ejemplo, pasillos de 1,80 metros de ancho, salas con diferentes especificidades, una zona de juegos que no podrá ser inferior a 75 metros cuadrados preferentemente al aire libre o, en su defecto, en zona cubierta con iluminación y ventilación natural,  así como unos ratios de alumnos por unidad escolar de 8 niños menores de un año, 13 niños de uno a dos años y 20 niños de dos a tres años. Todas estas especificaciones técnicas así como las correspondientes inspecciones sólo las cumplen los centros autorizados por el Gobierno de Aragón.

Los centros de educación infantil  llevan años prestando un servicio de calidad, donde la formación del profesorado es permanente, trabajando en  innovación y adaptándose a las necesidades sociales del momento. Cuentan con la experiencia avalada por más de 25 años en el sector, prestando una labor social, asistencial y, por supuesto, educativa, que desde el ámbito público no puede cubrirse.

En Aragón hay más de un centenar de centros infantiles autorizados y más del doble que no lo están. Respecto al número de niños, los centros legales cuentan con unos 6.000 niños así como dan empleo a más de 500 personas.

ASOCIACIÓN ARAGONESA DE CENTROS DE EDUCACIÓN INFANTIL

ASACEI se crea en el año 2009 con el deseo de aglutinar los esfuerzos de los Centros de Educación Infantil de Aragón en la reivindicación de una educación de calidad.

En Aragón existe una normativa estricta de obligado cumplimiento (Orden de 25/08/2005) para la apertura de centros que impartan el primer ciclo de Educación Infantil, es decir, no existen desde 2005 ni guarderías, ni ludotecas ni jardines de infancia que puedan impartir educación.

La asociación nació con el deseo de transmitir la problemática a la sociedad, luchar contra ella y con el afán de cooperación entre sus miembros.