El estudio o empleo de neutrones se observa en campos tan diversos como el magnetismo, química de sólidos, física nuclear, polímeros, física de la materia condensada y la biotecnología.
Aplicaciones de gran valor añadido en campos como la medicina, la energía y el medioambiente y soluciones para la industria química y farmacéutica son algunos de los ejemplos en los que intervienen dichas técnicas
El Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Universidad de Zaragoza) es un referente internacional en la investigación mediante técnicas basadas en la dispersión de neutrones. No en vano, el centro aragonés gestiona hace tiempo un difractómetro de neutrones en las instalaciones del Instituto Laue-Langevin (ILL) de Grenoble, en Francia, que utilizan científicos españoles y de muchos otros países y que ha dado lugar a numerosos avances científicos. También el ICMA lidera hasta 2020 el proyecto XtremeD que persigue construir un nuevo instrumento de alta precisión en el citado ILL de Grenoble para realizar estudios de difracción de neutrones, una iniciativa que abandera tras conseguir hace tres años un contrato de 3,3 millones de euros con los que se construye un equipamiento con el que la comunidad científica internacional estudiará el comportamiento de la materia en condiciones extremas de alta presión y campos magnéticas.
El ICMA siempre ha tenido el objetivo de que las empresas españolas y aragonesas puedan beneficiarse tanto de la construcción y puesta en marcha de estos dispositivos como de la investigación que se realiza en ellos. Hay que recordar que los haces de neutrones tienen unas capacidades únicas para estudiar el comportamiento de la materia en condiciones extremas, como demuestran los nuevos proyectos de instrumentación que al respecto se están desarrollando en diferentes partes del mundo.
Ahora el centro da un paso más y aprovechando su experiencia en la materia quiere mostrar las numerosas oportunidades que las técnicas neutrónicas abren a la industria, y en concreto a la biotecnología, área en la que, por otra parte, el Instituto también produce muy buenos resultados. Con ese enfoque ha organizado durante los días de hoy y mañana el encuentro SINE2020’s “Neutrons for the Biotech Industry” en el que se están poniendo de relieve los avances en este campo, una cita que tiene lugar en la Facultad de Educación de la Universidad de Zaragoza situada en el Campus de San Francisco.
Desde la creación de una estructura de hidrogel en aplicaciones médicas para evitar el riesgo de infección en ámbitos sanitarios, pasando por soluciones a la industria en los materiales utilizados en la automoción, hasta el estudio de las texturas internas de los alimentos para favorecer opciones más saludables, son algunos de los logros en el campo biotecnológico que la investigación con técnicas de neutrones ha hecho posible.
En este sentido, el ICMA ha querido volver a congregar investigadores y también sectores industriales para ayudar a trasladar las últimas investigaciones así como las numerosas aplicaciones para los distintos sectores industriales.
Aragón tiene una larga especialización en esta materia: la primera escuela sobre neutrones se creó en Jaca en 1986 y el ICMA no ha dejado de trabajar en ello desde entonces, liderando numerosos proyectos internacionales y siendo anfitrión de importantes encuentros como la VI Conferencia de Dispersión de Neutrones que tuvo lugar en Zaragoza en 2015.
Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón-ICMA
El ICMA es un centro de investigación creado en 1985 por acuerdo entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Zaragoza (UZ) como un Instituto Mixto dependiente de ambas instituciones. El objetivo fundamental del ICMA es contribuir al avance del conocimiento científico y técnico en el área de Ciencia y Tecnología de Materiales a través de la realización de trabajos de investigación científica y técnica de calidad. En la actualidad, el ICMA está acreditado por el Gobierno de Aragón como “Universitario”, según los estatutos de la Universidad de Zaragoza. Unas 180 personas componen su plantilla de las cuales aproximadamente la mitad son investigadores permanentes, tanto de UZ como del CSIC, y el resto personal contratado (becarios, contratados, post-docs, JAE, técnicos, etc…).